Una promesa cumplida.

“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos.
Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.”
Mahatma Gandhi

No todos los momentos importantes de nuestra vida tienen lugar en medio de situaciones solemnes para las cuales nos podamos preparar, casi todos ellos llegan de manera silenciosa, en medio de la rutina diaria, y en gran medida,  la capacidad de entenderlos, y no dejar que pasen de largo, desapercibidos, depende de nosotros, por lo que debemos asignarles el valor que corresponde, ya que contrario a lo que solemos pensar, esos momentos no solo hacen referencia de manera directa y evidente  a nuestros intereses y nuestras expectativas, sino que están relacionados con la forma en que nos relacionamos con las demás personas, con lo que le ocurre a nuestros seres queridos, lo que ellos piensan, lo que sienten y con la forma en que ellos nos perciben. 

Aún recuerdo la tarde en que estaba con mi novia visitando a unos tíos que queremos mucho y mientras conversábamos ella tomo dos trozos de papel y se puso a escribir algo, cuando termino sus dibujos me los entrego sonriendo, me dio un beso y me dijo: ¡Mire, así es usted, lo quiero mucho!, yo mire los papeles, me parecieron tiernos, los guarde en mi bolsillo y seguí en la conversación. Cuando llegue al apartamento y saque las cosas de mis bolsillos me encontré con esos papelitos y con más calma los mire y me pareció increíble el acto de generosidad de mi novia al hacer un dibujo (el de las vacaciones) que distaba totalmente de cómo era yo en ese momento, lo que me llevo a pensar que sin lugar a dudas mi novia me estaba idealizando… ¡y de qué manera!, al ver en mí, algo que yo siempre había querido pero que no había conseguido, algo que visto de manera ligera puede parecer una simpleza: tener el abdomen marcado.


Que ella me viera de esa manera demuestra que cuando una persona está enamorada puede llegar a sobrevalorar a la persona que quiere, atribuyéndole cualidades que no tiene y  haciendo  lo que en psicología se conoce como el pacto de negación, es decir, que se niegue todo lo malo o que no nos gusta de la otra persona[1]. Aunque yo ya estaba haciendo mi rutina en el gimnasio, pensaba que el asunto de tener un cuerpo definido era algo de niños bonitos, algo irrelevante, aunque en el fondo, muy en el fondo si lo quería, pero había dejado ese objetivo para “más adelante”, cayendo en el error de procrastinar, es decir, de aplazar, diferir el cumplimiento de ese objetivo para un cómodo pero peligroso e incierto lugar en el futuro, para mañana,  paraalgún día. Esto lo hacía porque para mí era más fácil devaluar y aplazar lo que no había podido conseguir, quizá lo hice para que mi mediocridad no me pesara tanto y hacer más ligera de llevar la carga de la negligencia que resultaba de mis malos hábitos.


El episodio del dibujo, sumado a otras cosas, que me dieron aún más que pensar y que me pasaron hace algunos años, me llevaron a iniciar la tarea de construir ese abdomen que de alguna manera veía mi novia en mí (tal vez como si ella tuviera la visión de Superman, o algo así, viendo a través de mi piel lo que no era evidente, a fin de cuentas todos los tenemos, el problema es que se vean, y que se vean bien), así que me prometídejar de procrastinar y lograr ese objetivo, a fin de cuentas vida solo hay una, y yo no me iba a quedar con esa meta sin cumplir, así que di inicio a la tarea de definirme, creyendo que eso era súper fácil y que con unos cuantos cambios en mi rutina y en mi alimentación lo iba a lograr. Claro que sabía que eso iba a implicar algo de esfuerzo, pero en realidad nunca creí que fuera tan difícil, que requiriera tanto tiempo, tantos cambios y tan constantes en áreas diferentes a la alimentación y el entrenamiento.

En los siguientes párrafos les voy a contar algunas de las cosas que encontré en el camino, no sin antes advertir el uso intensivo de frases célebres de otras personas brillantes que han dicho lo que yo he encontrado de una mejor manera de lo que tal vez yo podría hacerlo. Espero que estas reflexiones les sean muy útiles:

Sobre la comida:

¡Piensa cada día en las consecuencias de tus acciones, en lo que comes, lo que compras, en qué medio te mueves! Estos detalles tienen un gran significado. Si los consideramos, sería un cambio sin precedentes. Tenemos el tiempo muy justo.
¡Hazlo ya!
Jane Goodall

Es muy importante elegir bien lo que comemos y dejar de lado aquello que por un momento de placer puede poner en riesgo el cumplimiento de nuestros principales objetivos, y afectar nuestra salud en el largo plazo, una correcta alimentación es clave para capitalizar nuestro esfuerzo físico. Como dicen por ahí: “A minute on the lips a life time on the hips”. Por otra parte, en ocasiones vemos dietas muy costosas, que requieren de elevados ingresos para adquirir lo que nos recomiendan, a veces es muy difícil acceder a ellos por su elevado costo, sin embargo, eso no nos puede desanimar, busquemos las opciones que más se ajusten a nuestro bolsillo y dejemos de lado aquello que carezca de valor nutritivo, eso nos ayudara y poco a poco, en la medida de las posibilidades (sin descuidar nuestros otros deberes con nuestra familia y con nosotros mismos) podremos adquirir más y mejores alimentos. Lo que no debemos hacer es desanimarnos, ni sumarle al problema del sedentarismo una mala alimentación. Regla de obligatorio cumplimiento: No debemos privilegiar el sabor de los alimentos sobre su función.

Sobre la disciplina, la perseverancia y la consistencia:

Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos.
Thomas Carlyle

Más allá de la fuerza física y de la genética, es importante comprender que el logro de nuestros objetivos en este y otros aspectos de nuestra vida requiere que pongamos en juego nuestros valores, ya que son ellos los que finalmente nos van a ayudar a recorrer el camino. Confucio decía que “El hombre superior es persistente en el camino cierto y no sólo persistente”, así que estructurar un buen plan de trabajo es indispensable para que con disciplina, perseverancia y consistencia construyamos minuto a minuto, por el tiempo que sea necesario la realidad que soñamos, finalmente "Nuestro cuerpo es nuestro jardín y nuestra voluntad, el jardinero" (William Shakespeare).

Sobre la importancia de elegir los referentes adecuados

Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en la hoya.
San Mateo

Acertadamente Karl A. Menninger consideraba que “lo que el maestro es, es más importante que lo que enseña”, y no podría ser de otra manera, ya que es muy difícil que alguien que no ha logrado lo que nosotros queremos, o que nunca fue donde queremos ir,  nos pueda orientar y ayudarnos a lograr nuestros objetivos, razón por la cual es muy importante que no nos dejemos distraer de personas que a pesar de tener buenas intenciones no saben cuál es el camino que debemos recorrer y más aún, debemos quitarle cualquier clase de poder para influir sobre nosotros a las personas que con una energía negativa nos debilitan con comentarios y actitudes tendientes a hacernos sentir que no somos capaces de lograr nuestros objetivos, tenemos que tener el valor de creer en nosotros, en nuestra capacidad de trabajo. Siempre habrá buenos referentes para  seguir y aprender de ellos, con el tiempo he aprendido que los mejores siempre van a estar dispuestos a compartir frases, rutinas, y a motivarnos, ayudándonos a  fortalecernos física, espiritual y mentalmente para lograr nuestros objetivos a todo nivel. Las personas realmente fuertes ayudan a los demás, los mediocres quieren anular el brillo de los demás para no sentirse opacados y tener a los demás reducidos psicológicamente, impidiéndoles desarrollar su potencial. Frente a su incapacidad de crecer y evolucionar los mediocres envidiosos buscan evitar que los demás crean en sí mismos, eso no se puede permitir, nunca permitan que les hagan eso.

Dicho lo anterior, hay que tener mucho cuidado con los instructores y entrenadores normales y con los personalizados, ya que aunque hay los que son muy buenos y muy profesionales en el cumplimiento de sus funciones, también hay quienes se convierten en el principal obstáculo de las personas que confían en ellos. El mejor guía siempre será Dios, es bueno encomendarse a él para que nos permita conocer las personas indicadas y acceder a los contenidos adecuados. Hay que escuchar con reserva de inventario los consejos de los “entrenadores” que dicen que nos va a ayudar a lograr lo que ellos nunca fueron capaces de lograr. Sé que eso suena fuerte, pero vida solo hay una como para dejarse desorientar de cualquier mediocre que no sabe ni donde está parado, de esos instructores y entrenadores personalizados hay muchos, la mayoría no tiene la autoridad moral para orientar a los demás por el camino de la excelencia. Hay que elegir bien para no caer en un estancamiento eterno y “asesorado”.

Sobre nuestro deber de dar buen ejemplo

Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.
Albert Einstein

A Aristóteles se le atribuye la célebre y acertada frase según la cual “somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito”, y lo que ocurre con los hábitos es que determinan en gran medida lo que somos y la percepción que los demás tienen sobre nosotros, algo que cobra importancia si tenemos en cuenta que en muchas ocasiones, nos miran personitas hermosas en proceso de formación que nos pueden tomar como punto de referencia, eso es lo que ocurre con nuestros niños (sean familiares, amigos, vecinos o conciudadanos), a quienes tenemos el deber moral de educar de la mejor manera posible, y no deformar su hermosura espiritual dando mal ejemplo, para lo que es necesario recordar la frase de Carl Gustav Jung, quien consideraba que “los niños son educados por lo que hace el adulto y no por lo que dice”.  Eso nos obliga a proyectar con nuestro comportamiento y nuestros hábitos cosas positivas, valores y virtudes, debemos asumir el reto de ser  dignos de ser sus referentes, no es casualidad que Goethe considerara que “podrían engendrarse hijos educados si lo estuvieran los padres”.

Continuando con el uso de frases célebres que casi se convierten en refranes, cual Sancho Panza, no debemos olvidar que Henry Adams decía que “Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia”, esta frase, naturalmente se hace extensiva a todos nosotros, ya que finalmente los niños aprenden a convivir con los demás de acuerdo a lo que aprenden de los adultos que los rodean, lo que quiere decir que todos le enseñamos algo a los niños que nos rodean, aun sin querer queriendo. Esto no nos debe llevar solamente a ser rígidos pregonando preceptos sobre el deber ser  y siendo exigentes con ellos pero sin dar lo mejor de nosotros mismos, por eso Platón decía que “dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura”, mientras que para Fénelon “Ordinariamente, aquéllos que educan a los niños y no les perdonan nada se perdonan todo a sí mismos”, olvidando que de acuerdo con Joseph Joubert “los niños necesitan más de modelos que de críticos”, porque como sabiamente decía Anne Robert Jacques Turgot, “El principio de la educación es predicar con el ejemplo”.

Amigo lector, si usted es un borrachín de los que cree que puede consumir alcohol frecuentemente porque “para eso trabaja” y “para eso se jode toda la semana” o que “usted toma y paga con su plata sin estarle pidiendo a nadie”, no espere que cuando su hijo crezca haga cosas diferentes a las que usted hace, no se sorprenda si aprende de usted hábitos que más adelante lo van a hacer un perdedor. Si quiere que en realidad su hijo sea todo un campeón, pues compórtese como tal y oriéntelo por el camino de la excelencia, recuerde que   Buda decía que “para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo”. 

Para concluir

Siempre pensé que cosas muy buenas vendrían una vez lograda la meta propuesta, pero ahora, con más calma y una vez fijadas nuevas metas, me doy cuenta de que lo mejor no estaba en la meta, no hubo premio ni recompensa de la forma en que yo esperaba, hay expectativas y sueños que se cumplen y otros que no dependen de nuestro esfuerzo ni de nuestra entrega, aun  no logro al 100% el cuerpo que he visualizado en mí, pero me di cuenta de que en realidad, lo mejor estuvo a lo largo del proceso, ya que gracias a Dios no solo mi cuerpo es y se ve diferente, sino que yo como persona he cambiado mucho, esos cambios han sido muy buenos, tengo otros hábitos y me di cuenta de que aquello que inicialmente parecía un asunto de vanidad termino siendo mucho más complejo y valioso de lo que creía, creo que soy una mejor persona y por consiguiente un mejor ciudadano. ¡Ah!, y ¡por fin! los cuadritos que dibujo mi novia haciendo uso de su imaginación, ya los puede ver y tocar, ahí los tiene para que los disfrute, sin necesidad de sobredimensionarme, como ella diría: son de veritas de veritas.



No se imaginan la profunda alegría que se siente cuando en ocasiones un niño o varios niños lo ven a uno y posteriormente hacen una cara de admiración como queriendo decir que sería muy chévere ser así, ellos son auténticos y están libres de complejos y de sentimientos como la envidia (y eso que todavía falta mucho por mejorar, ¿cómo será cuando lo logre?). Eso hacia yo cuando niño, aún recuerdo varias personas a las que tan pronto como vi, las admire y quise ser como ellos, o mejor que ellos, eso me motivo y aun me motiva mucho,  le pido a Dios que yo pueda motivar a muchas más personas para decidirse a lograr sus objetivos. Si yo he podido (yo que soy todo normalito), créanme que todos pueden lograr eso y cosas mucho, pero mucho mejores.

Finalmente comprendí que casi siempre nuestro cuerpo es el reflejo de nuestros hábitos, de nuestros pensamientos, de nuestro estilo de vida, de las cosas que elegimos hacer, lo que decidimos comer, los pensamientos y las ideas que reforzamos, los esfuerzos que evitamos, y muchas cosas más que están en nuestras manos y que podemos cambiar si asumimos con fe, humildad y entrega la tarea de lograr nuestros objetivos (esto aplica para otras cosas en la vida, como obtener un título, fundar y sacar adelante un negocio, un hogar, superar la adversidad en cualquiera de sus manifestaciones, etc.)

No se pueden obtener y conservar cosas realmente valiosas sin esfuerzo, disciplina, compromiso, constancia, motivación, espíritu de lucha, y de nuevo: humildad para la  autocrítica constructiva, pero por sobre todas las cosas mucha fe para regar con optimismo y con nuestros esfuerzos el árbol de la esperanza, aun en la adversidad, pero no con esperanzas vacías de compromiso, de sacrificio y de consistencia.

Realmente se necesita mucha fuerza mental y espiritual para mantenerse firme y avanzando en la dirección en la que se encuentran nuestros objetivos, o para corregir el rumbo cuando nos hemos equivocado. Aunque suene un poco extraño, es importante y muy necesario que cultivemos en nuestro interior los valores espirituales, morales y religiosos, ya que son ellos los que nos van a dar la fuerza necesaria para no ceder ante la cómoda complacencia de la mediocridad o frente a las situaciones adversas, porque no se puede tener un cuerpo fuerte si tenemos un espíritu y una mente débiles.

No voy a firmar este artículo, va anónimo, porque lo importante no es hacerme ver como un caso de éxito, entre otras cosas, ¡porque no lo soy!, aún me hace falta mucho por mejorar, pero de lo que si estoy seguro, es de qué hoy soy mejor de lo que era ayer y de que todos tenemos el potencial para cambiar las cosas y ser mejores a nivel individual y colectivo, en beneficio de nosotros mismos, de nuestros seres queridos, de muchas más personas que desconocemos y de nuestra sociedad en general, créanme que es así, recuerden el concepto de la teoría del caos que nos habla del  efecto mariposa, lo que se explica con el siguiente proverbio chino: “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Si les gusta este artículo y me ayudan a compartirlo, este aleteo podrá llegar a muchas personas.

Estoy absolutamente convencido de que acerté al dar el primer paso en la consecución de mis objetivos al encomendar mis propósitos en Dios y desde aquí le agradezco, por darme la fortaleza física, mental y espiritual necesaria para lograr lo que para muchos serán unas simples fotos, pero que para mí representan el inmenso valor de una promesa cumplida. 



Nota: Y eso de la necesidad de que los hombres hagamos el esfuerzo de satisfacer las expectativas de las mujeres, para tratar de ser realmente lo más parecido a un Príncipe Azul, es algo que me parece muy importante y sobre lo que más adelante me gustaría escribir, pero de una vez les cuento, para que lo vayan pensando:

¿No les parece que podría ser bueno que se reoriente un poco más la carga de la presión social respecto a la exigencia de un estándar físico y estético sobre nosotros los hombres para que así todos avancemos en la construcción de la mejor versión posible de nosotros mismos en nuestro beneficio y el de todas las personas que nos rodean, especialmente de las mujeres?

Hace poco leí que vivimos en un “sistema social que crea expectativas sobre los cuerpos y las vidas de las mujeres, y restringe sus comportamientos[2], a eso yo le sumaria que ese sistema social también promueve ciertas prácticas, como las denominadas cirugías estéticas, las cuales en ocasiones tienen consecuencias negativas que afectan su salud e incluso han provocado la muerte de muchas mujeres que siendo naturalmente hermosas lo dan todo por verse como los estereotipos que anhelan alcanzar. Que daño tan grande el que nos dejó la cultura del dinero fácil y del narcotráfico, muchos de nosotros los hombres  sobrevaloramos y estamos dispuestos a todo por una mujer físicamente hermosa y muchas mujeres están dispuestas a entregarlo todo por estatus, poder y dinero, así el portador de eso sea un tipo burdo, maltratante, ignorante, hampón, asfixiante, … Me produce mucha tristeza ver mujeres jóvenes y hermosas detrás de seres repugnantes con plata-estatus-poder,  ver mujeres que enferman o mueren queriendo ser más bellas de lo que ya son, muy triste ver a los niños y jóvenes que creen que para tener mujeres lindas deben tener dinero y salen en busca del dinero fácil, así se tengan que degradar moral y espiritualmente creyendo equivocadamente que solo valen como hombres por lo que tienen en los bolsillos, o que como decía Alias Popeye, están dispuestos a todo por quitarle los cucos a una reina. Tal vez con una mayor presión social deje de haber tanto borracho bien vestido y peluqueado, de esos que visten con ropa de atletas, cuerpos que solo reflejan negligencia y abandono, pero que en realidad son vacíos y patanes con las mujeres y con las demás personas. Tan pronto pueda voy a sentarme a escribir algo útil sobre esto para que la Fundación Bogotá Mia lo comparta con sus seguidores.

Agradezco a la Fundación Bogotá Mia por su valiosa labor y por permitirme publicar y compartir con ustedes este artículo.

Autor:Este Blog fue escrito por un humilde servidor Bogotano, de los que coge bus todos los días, voluntario de la Fundación Bogotá Mia, comprometido con la construcción de una mejor ciudadanía para mí querida Bogotá D.C.  y para toda Colombia.

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[2] INFORME GENERAL. Centro Nacional de Memoria Histórica. Capítulo 4. Los impactos y los daños causados por el conflicto armado en Colombia. Pág. 266. Disponible en:  http://centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2013/bastaYa/capitulos/basta-ya-cap4_258-327.pdf

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