Importancia del Cuidado del Medio Ambiente

El ser humano siempre ha interactuado en mayor o menor grado con el medio ambiente ya que de él obtiene todos los recursos para su subsistencia, así su importancia radica en el permanente intercambio con la humanidad, con la capacidad de modificación entre ambos actores tanto de modo beneficioso como en las repercusiones negativas. Como bien lo proclama la Declaración de Estocolmo: “el hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente”.

Fuente: http://climanticasalvaterra.blogspot.com/
Esta capacidad que tiene el hombre de transformar lo que lo rodea, puede llevarlo a obtener numerosos beneficios si actúa con discernimiento, pero si esa transformación la hace de manera errónea o imprudente, puede causar daños incalculables al mismo ser humano y a su medio. Es decir, por ignorancia o indiferencia podemos causar daños inmensos e irreparables al medio ambiente del que dependen nuestra vida y nuestro bienestar, mientras que con un conocimiento más profundo y una acción más prudente, podemos conseguir para nosotros y para las futuras generaciones mejores condiciones de vida en un medio que esté en armonía con las necesidades y aspiraciones de vida del hombre.

La evolución de la raza humana, el crecimiento de la población mundial a niveles desmedidos y con ella el aumento de las necesidades de alimentos y diversos tipos de recursos, con el consecuente crecimiento tecnológico, científico y el desarrollo industrial y económico que ha llevado al ser humano a transformar de innumerables maneras cuanto lo rodea, ha generado severos daños en el medio ambiente, vemos en nuestro alrededor multiplicarse las pruebas del daño causado por el hombre: niveles peligrosos de contaminación del agua, el aire, la tierra y los seres vivos, grandes trastornos del equilibrio ecológico, destrucción desmedida de recursos renovables como los árboles y agotamiento de recursos no renovables.

La importancia del cuidado del medio ambiente estriba entonces en el hecho de que todas las formas de vida toman lugar en él y no en otro lugar, por ende, tanto el aspecto natural como el artificial del medio humano, son esenciales para el bienestar del hombre y para el goce de sus derechos humanos, por lo cual su cuidado y preservación debería ser uno de los elementos primordiales de la acción humana, y ello es responsabilidad no solo de los gobiernos, ni de las empresas sino también de cada persona como individuo que habita en la Tierra.

CORRIENTES ECOLOGISTAS

Podría decirse que el movimiento ecologista, también llamado movimiento verde o ambientalista comenzó como respuesta a la industrialización y es un variado  movimiento global de carácter político y social que defiende la protección del medio ambiente.

Dentro del movimiento encontramos diferentes corrientes, siendo las principales el Ecocentrismo y  el Antropocentrismo.

Una defensa pura del ecologismo se hace desde planteamientos Ecocéntricos, dando prioridad a los ecosistemas y a las especies sobre los individuos, sean humanos o de otras especies, mientras que por otra parte, el ecologismo también se defiende desde posiciones Antropocéntricas, es decir, para satisfacer una necesidad humana, incluyendo necesidades de salud y sociales.

En esos términos, los ecologistas hacen una crítica social, proponiendo la necesidad de reformas legales y concienciación social tanto en gobiernos, como en empresas y colectivos sociales. El ecologismo ecocentrista se diferencia entonces del ecologismo antropocentrista en que el primero da prioridad a la conservación de las especies y de los ecosistemas sobre la conservación de los individuos -incluidos los seres humanos-, y el segundo, en cambio, da prioridad al ser humano sobre la conservación de las especies y de los ecosistemas, defendiendo la conservación de estos porque beneficia a los humanos.

El movimiento ecologista tiene tres raíces principales que son: 1) conservación y regeneración de los recursos naturales; 2) preservación de la vida silvestre; y 3) el movimiento para reducir la contaminación y mejorar la vida urbana. Esta es la respuesta que desde la sociedad civil se dio a situaciones históricas en las cuales el hombre se mostraba como un destructor irreflexivo de nuestro planeta, recordemos que: “Tras la Segunda Guerra Mundial, el comienzo de la era nuclear trajo consigo el temor a un nuevo tipo de contaminación procedente de la radiación mortal. El movimiento ecologista fue ganando velocidad en 1962 con la publicación del libro de Rachel Carson «Primavera silenciosa», que advertía acerca del uso agrícola de plaguicidas sintéticos. La científica y escritora Sra. Carson, subrayó la necesidad de respetar el ecosistema en el que vivimos con el fin de proteger tanto la salud humana como el medio ambiente”[1].

En 1969, las primeras imágenes icónicas de la Tierra vista desde el espacio conmovieron los corazones de la humanidad con su simplicidad y belleza. Ver esta «gran canica azul» en una galaxia inmensa a muchos les hizo darse cuenta de que vivimos en Una Tierra  un ecosistema frágil e interdependiente. Así, el mundo comenzó a concienciarse de nuestra responsabilidad a la hora de proteger la salud y el bienestar de nuestro ecosistema”.[2]

Además durante los años 50, 60 y 70, ocurrieron varios eventos que también avivaron la conciencia medioambiental sobre el daño al entorno causado por el hombre. En 1954, los miembros de la tripulación del buque pesquero Daigo Fukuryū Maru fueron expuestos y contaminados por una lluvia radiactiva causada por una bomba de hidrógeno durante un experimento en el atolón Bikini (islas Marshall). En 1969 hubo un vertido en una excavación petrolífera en el Canal de Santa Bárbara de California. Otros hechos importantes fueron la protesta del biólogo Barry Commoner contra los ensayos nucleares; el libro “The Population Bomb” (La bomba demográfica) del etmólogo Paul R. Ehrlich(sumado al ya mencionado “Silent Spring (Primavera silenciosa)” de Rachel Carson. Estos libros aumentaron la inquietud e interés sobre el medio ambiente.

Así, en la década de los 70 ante la crisis petrolera se acrecientan los problemas de contaminación medioambiental, la masificación urbana y una serie de catástrofes dan lugar a la puesta en marcha de un proceso de conciencia del ecologismo y surgimiento de numerosas plataformas, organizaciones y movimientos de tipo ecologistas en todo el mundo para fomentar el respeto por el medio ambiente. El eco del movimiento ecologista comienza a alcanzar una resonancia internacional, rebasando los límites de los grupos activistas para comenzar a instalarse en la conciencia de la opinión pública, especialmente en los países industrialmente avanzados, donde la degradación del medio ambiente comienza a deteriorar los niveles de calidad de vida.

El movimiento ecologista inicial se centraba fuertemente en la reducción de la contaminación y en la protección de las reservas de recursos naturales tales como agua y aire. Pero las presiones de desarrollo en rápida expansión también llevaron a realizar considerables esfuerzos para preservar territorios únicos y hábitats de vida silvestre, con el propósito de proteger las especies en peligro de extinción antes de que desapareciesen.

Gracias al movimiento ecologista, la conciencia pública y las ciencias encargadas del estudio del medioambiente las preocupaciones medioambientales se han ampliado, incluyendo conceptos como la sostenibilidad, el agujero en la capa de ozono, el cambio climático, la lluvia ácida y la contaminación genética. Estemovimiento está representado por una amplia y variada gama de organizaciones no-gubernamentales, desde el nivel global hasta la escala local, y si bien es en la década de los 70 cuando se destaca la aparición de organizaciones de carácter institucional, como por ejemplo Greenpeace, creada en 1971[3], cabe destacar que a lo largo del tiempo y en la actualidad siguen creándose nuevas agrupaciones que buscan mejorar la realidad medioambiental.

Dado que la preocupación universal acerca de la salud y la utilización sostenible del planeta y sus recursos era cada vez mayor, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1972, convocó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano en Estocolmo, también conocida como Conferencia de Estocolmo o Primera Cumbre para la Tierra, la cual se realizó del 5 al 16 de junio de 1972 y llevó a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)[4], que pasó a ser el principal programa de las Naciones Unidas a cargo de los asuntos medioambientales.

La Conferencia, que contó con la asistencia de representantes de numerosos países, de organismos intergubernamentales y de organizaciones no gubernamentales, fue la primera gran conferencia de la ONU sobre cuestiones ambientales internacionales, y es ampliamente reconocida como el comienzo de la conciencia moderna política y pública de los problemas ambientales globales ya que adoptó la “Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano”[5]que enunciaba los principios para la conservación y mejora del medio humano y un plan de acción con recomendaciones para la acción medioambiental internacional.

Este fue el punto de partida para abordar de manera global este problema, buscar soluciones y asumir el compromiso de proteger el medio ambiente para evitar su impacto negativo a nivel mundial, recordemos que “Durante las décadas que siguieron a la Conferencia de Estocolmo, el concepto de contaminación transfronteriza se amplió para abarcar temas medio ambientales que son de verdadero alcance transnacional y que requieren una acción conjunta de todos los países y regiones del mundo para enfrentarse a ellos de un modo efectivo (…) por ejemplo todo tipo de contaminación, el cambio climático, la reducción de la capa de ozono, el uso y administración de los océanos y los recursos de agua dulce, la deforestación excesiva, la desertificación y la degradación de la tierra, los vertidos peligrosos y la disminución de la diversidad biológica”

(…) También se reconoció que los problemas medio ambientales regionales o locales, como la urbanización extensa, la deforestación, la desertificación, y la escasez general de recursos naturales, se pueden extender hasta el punto de tener graves repercusiones para la seguridad internacional. Por ejemplo, socavan la base económica y la estructura social de los países débiles y pobres, generan o exacerban las tensiones y los conflictos sociales y estimulan un mayor movimiento de refugiados. De este modo, la degradación ambiental en diversas partes del mundo desarrollado y en desarrollo puede afectar a los intereses políticos, económicos y sociales del mundo en su conjunto.”[6]

Desde la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Humano en Estocolmo, integrar medio ambiente y desarrollo en los procesos de adopción de decisiones en el plano nacional e internacional ha sido un objetivo predominante.

Así, la Comisión Mundial del Medio Ambiente de la ONU, creada en 1983 por la Asamblea General en el año 1987, en su informe conocido como el “Informe Brundtland”[7], definió al desarrollo sostenible como “el tipo de desarrollo que "satisface las necesidades de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.[8]Gracias a ello, se comprendió que era necesario lograr urgentemente un nuevo tipo de desarrollo que asegurará el bienestar económico de las generaciones actuales y futuras protegiendo los recursos ambientales de los cuales depende todo desarrollo. En el informe presentado por la Comisión a la Asamblea General, se introdujo el concepto de desarrollo sostenible como enfoque alternativo al desarrollo basado simplemente en un crecimiento económico sin restricciones.

Igualmente, para la ONU la cuestión del medio ambiente es parte integral del desarrollo económico y social, los cuales no se podrán alcanzar sin la preservación del medio ambiente. De hecho, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente es el Séptimo Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM).

Como resultado del establecimiento de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD), del correspondiente Informe Brundtland y a medida  que la urgencia de adoptar medidas internacionales más contundentes respecto del medio ambiente conseguía impulso, la Asamblea General decidió convocar en Río de Janeiro (Brasil) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), conocida como Cumbre para la Tierra, que se celebró en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992, donde “se reconoció internacionalmente el hecho de que la protección del medio ambiente y la administración de los recursos naturales deben integrarse en las cuestiones socio-económicas de pobreza y subdesarrollo”[9], idea recogida en la definición del término 'desarrollo sostenible' hecha previamente por la CMMAD en 1987.

“La Cumbre para la Tierra marcó un hito al centrar la atención mundial en la idea, nueva en aquella época, de que los problemas medio ambientales del planeta estaban íntimamente relacionados con las condiciones económicas y los problemas de la justicia social. Demostró que las necesidades sociales, medio ambientales y económicas deben equilibrarse unas a otras para obtener resultados sostenibles a largo plazo”[10], y “reconocía que para conseguir este tipo de integración y equilibrio entre las dimensiones económica, social y medio ambiental se necesitarían nuevas perspectivas de cómo producimos, cómo consumimos, cómo vivimos, cómo trabajamos, cómo nos relacionamos y cómo tomamos decisiones”.[11] “La conferencia también señaló que las acciones o decisiones locales más insignificantes, buenas o malas, tienen repercusiones potenciales a escala mundial; (…) definió los elementos críticos de cambio y demostró que el éxito en una zona requiere acción en las demás zonas para que este éxito se prolongue en el tiempo.” [12]

En la Cumbre para la Tierra se aprobaron tres acuerdos importantes:

-El Programa 21: Un programa de acción mundial para promover el desarrollo sostenible, que exige nuevas formas de invertir en nuestro futuro. Sus recomendaciones van desde nuevos métodos educativos, hasta nuevas formas de preservar los recursos naturales, pasando por nuevos caminos para participar en el diseño de una economía sostenible.

-La Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo: Un conjunto de principios que define los derechos y deberes de los Estados, para ayudar a guiar la acción internacional basándose en la responsabilidad medio ambiental y económica. 

-La  Declaración de Principios Forestales: Un conjunto de 15 principios no vinculantes, que rigen la política nacional e internacional para la protección, la administración y el uso más sostenible de los recursos forestales mundiales. Estos principios representan el primer y principal consenso internacional sobre un mejor uso y conservación de todo tipo de bosques.

Además, dos instrumentos jurídicamente vinculantes se abrieron a la firma:

- “La Convención Marco sobre el Cambio Climático: Acuerdo legalmente vinculante, firmado por 154 gobiernos, cuyo objetivo principal es la estabilización de las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera a un nivel que prevendría la peligrosa interferencia causada por el hombre con el sistema climático.

- El Convenio sobre la Diversidad Biológica: Acuerdo legalmente vinculante, que representa un paso importantísimo hacia la conservación de la diversidad biológica, del uso sostenible de sus componentes y del reparto justo y equitativo de los beneficios derivados del uso de recursos genéticos.”[13]

De esta manera, la Cumbre para la Tierra estableció un nuevo marco para los acuerdos internacionales con el objetivo de proteger la integridad del medio ambiente a nivel mundial, poniendo de manifiesto a través de los diversos programas, acuerdos y declaraciones, un consenso mundial sobre cooperación en materia de desarrollo y medio ambiente.

En 1997, tuvo lugar la Cumbre de Río+5, que tenía como principal objetivo analizar la ejecución del "Programa 21", aprobado en la Cumbre de 1992. Posteriormente, “En 1999, en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), el Secretario General propuso un ‘Pacto Mundial’ entre las Naciones Unidas y el mundo de los negocios. El Pacto pide a las empresas que hagan suyos, apoyen y lleven a la práctica un conjunto de valores fundamentales en materia de Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Lucha contra la corrupción.”[14] Comprometiendo así a la comunidad empresarial o sector privado internacional en la observancia de los principios relativos al medio ambiente.

Posteriormente “Como seguimiento a las Conferencias celebradas en 1992 y 1997, en 2002 se llevó a cabo la ‘Cumbre de Johannesburgo’, organizada por las Naciones Unidas, la cual fue la reunión internacional más grande de la historia en donde se trató el desarrollo sostenible. Su tema principal fue cómo transformar al mundo para asegurar la conservación de la vida a largo plazo, revisando para este fin, temas esenciales para asegurar la sostenibilidad de la tierra.”[15]“La Cumbre culminó con una declaración de los dirigentes del mundo: la "Declaración de Johannesburgo",[16]la cual reafirmó su determinación para trabajar en favor del desarrollo sostenible.

Nombre: Francisca García Pasante Convenio AIESEC Javeriana - Fundación Bogotá Mía.

Nacionalidad: Argentina

Carrera: Derecho - Universidad Nacional de Córdoba (UNC) Córdoba, Argentina




[1] “Temas Mundiales. Medio Ambiente”, Naciones Unidas. Disponible en: http://www.un.org/es/globalissues/environment/
[2] Ibíd.

[3] “Historia de Greenpeace”. Disponible en: http://www.greenpeace.org/espana/es/Por-dentro/Greenpeace-Internacional/Historia/
[4] “Documentación de las Naciones Unidas: Guía de investigación. El Medio Ambiente”. Disponible en http://www.un.org/depts/dhl/spanish/resguids/specenvsp.htm
[5] “Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano”, Naciones Unidas, Estocolmo, 1972,  Disponible en: http://www.ambiente.gov.ar/infotecaea/descargas/estocolmo01.pdf. Declaración disponible en ingles en: http://www.unep.org/Documents.Multilingual/Default.asp?DocumentID=97&ArticleID=1503&l=en
[6] “CNUMAD. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo”, Cumbre de Johannesburgo 2002, Naciones Unidas. Disponible en: http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/unced.html

[7] Asamblea General, “Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo”, Naciones Unidas, Agosto 4 de 1987. Disponible en: http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/42/427
[8] Op.cit, “Documentación de las Naciones Unidas: Guía de investigación. El Medio Ambiente”. Disponible en http://www.un.org/depts/dhl/spanish/resguids/specenvsp.htm
[9] Op.cit. “CNUMAD. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo”, Cumbre de Johannesburgo 2002, Naciones Unidas. Disponible en: http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/unced.html
[10] Ibíd.
[11] Ibíd.
[12] Ibíd.
[13] Ibíd.

[14] “El Pacto Mundial”, Naciones Unidas. Disponible en: http://www.un.org/es/globalcompact/
[15] “Medio Ambiente”, Naciones Unidas – Centro de Información México, Cuba y República Dominicana, Disponible en: http://www.cinu.org.mx/ninos/html/onu_n5.htm
[16] “Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible”, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, División de Desarrollo Sostenible. Disponible en: http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/WSSDsp_PD.htm

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